LA MERIDEÑA
Potreritos te echó al lago
hace más de cien años
y tomaste el pulso
de los vientos
en el hamaqueo
de los marullos.
Merideña del estuario,
el saco embrionario
que dio a luz historias
de guacamayas y toninas
con su líquido
amniótico sobre
el que habéis desplazado
tu crujiente madera
domesticada
por los carpinteros
de orilla.
Merideña, eco de marineros y cargadores de plátanos.
Merideña, diligencia epistolar entre el Sur del Lago y Potreritos.
Texto: Mario Fernández
Pintura: Iván Bracho (óleo sobre tela)